martes, 7 de agosto de 2012

Pensamientos.

Miro a mi alrededor, veo una habitación desordenada, de un color que odio.Estoy tumbada en la cama, medio dormida, con "My Immortal" de Evanescence de fondo. Tengo sueño, me siento cansada.Entra poca luz, quiero cerrar la ventana y dormirme. No pensar.He hecho lo correcto, me digo a mi misma.Soy un desastre, muy desordenada. Pero me da igual, solo quiero abrazar al cojín y quedarme dormida.Que las horas pasen y dejar correr el tiempo.

Explosión.

¿Como cambian las cosas, verdad?
Empiezas el día medio dormida, normal. Te encuentras a tu abuela, empiezas a hablar por wa y por tuenti. Te cuentan cosas, te ríes. Es hora de comer, comes y te encierras en tu cuarto.
Llega tu padre, te pregunta si quieres ir al cine a ver Prometheus, esa película de ciencia-ficción que tanto se ha anunciado en la televisión. Dices que si y cuentas las horas para ir.
Te vistes, te pones la camiseta de Bob Esponja y unos pantalones largos, porque los cortos están en la lavadora.
Sales con tu padre y empezáis a charlar como buenos amigos. Debatiendo sobre diferentes temas, entre ellos los sueños.
Llegáis al cine, compráis palomitas, agua y una coca-cola.
Os dicen que la película no ha terminado, que debéis esperar. Esperáis. Ves a un grupo de chicos, que te miran con cara rara. Los ignoras y te sientas.
Poco después ves a un grupo de chicas, las conoces. Te escondes, no quieres saludar. Habéis perdido el contacto.
Empezáis a entrar en la sala, cogéis un buen sitio y empiezan los trailers.
Después la película, pasa lentamente.
Termina, empezáis a comentarla y llegáis a casa.
Te encierras otra vez en tu habitación, estás más o menos bien. Miras el wa, nada de nuevo. "Genial" piensas con sarcasmo.
Te pones los auriculares, sales al balcón, te acurrucas en un rincón y contemplas la puesta de sol.
El sol se pone, entras dentro. Poco después vuelves a salir.
Coges el ordenador, te sientas en el suelo y empiezas a hablar.
Después, el ordenador se apaga, sin más. No tienes batería en el móvil, te vas a tu cuarto y lo pones en carga. Hablas con naturalidad. Estás bien, solo cabreada porque el siempre hace igual.
Hasta que lees el wa.
Te dan una noticia, clavas los ojos en esas palabras. Entras en shock.
No puedes creerlo. Empiezas a llorar, a ponerte nerviosa, por algo que no debería importarte.
No puedes más, te tirás al suelo. No puedes parar, los nervios te dominan. Las palabras no te salen, solo lágrimas.