viernes, 23 de agosto de 2013

El tic-tac del tiempo.

Supongo que después de estar tanto tiempo viviendo en un completo caos en medio de la oscuridad, me he acostumbrado a tener los ojos abiertos y  la vez cerrados. Mis ojos se han acostumbrado a no ver ni un triste rayo de luz. 
Ahora es cuando empiezo a ver, ver más allá de la oscuridad, ver esas pocas luces que se ven a los lejos. Ahora es cuando todo empieza a tener sentido, abro los ojos, ciega. Pero veo que no todo en la oscuridad es malo, que no siempre todo es como parece ser, veo que las cosas han cambiado.

Las cosas cambian, digamos que el tiempo lo cambia todo, muy cierto es. Porque puedo asegurar que yo no soy la misma que era el año pasado. No solo cambian las cosas, no solo cambian las personas, también cambian los sentimientos y estoy casi segura de que todo ha cambiado.

Que el olvido es el mejor perdón, que el olvido es la mejor cura, que el olvido es el tiempo. 

Y es cuando oigo el tic-tac del reloj, cuando siento la percepción del tiempo, cuando veo que el tiempo lo arrasa todo a su manera.


jueves, 1 de agosto de 2013

La vida del supongo y la vida entre creencias.

Supongo que nunca ha sido fácil girar página y continuar como si nunca hubiera pasado nada. 
Supongo que siempre llega un momento en el que tienes que decidir qué hacer y qué no. 
Supongo que hay caminos destinados a cruzarse un millón de veces, pero por alguna razón u otra, nunca llegan a ser uno.
Supongo que no importará lo más mínimo. Supongo que el tiempo ya me habrá borrado de tu cabeza y, algo bastante importante, de tu estúpido corazón.

Creo que es hora de cambiar de camino, mucho a mi pesar, pero supongo que es lo mejor. Intento autoconvencerme de ello, pero me pierdo en la infinidad de sentimientos ocultos que llevo dentro.
No tengo la menor idea de como continuar escribiendo esto, esto que me está matando. 

El corazón llora, asustado y perdido. Roto, muy en el fondo.