Hay días en los que hagas lo que hagas sientes que todo te sale mal. Sientes que todo se te cae encima. Ese sentimiento de soledad que te posee. Esas ganas de estallar y enviar a todo el mundo a la mierda.
Esos días en los que la soledad te mata, unos padres que no te entienden, unos amigos que tampoco lo hacen, la distancia... Factores que te matan poco a poco.
Miras el calendario y ves como el tiempo pasa, demasiado rápido. Recuerdas el pasado y empiezas a llorar.
Recuerdas tus sueños y ves que ya no son lo que eran. Que son vacíos y repetitivos.
Miras antiguas fotos y reconoces conversaciones que te matan por dentro, recuerdas que no hace tanto de aquello y que ya ha pasado un año. Un año y medio.
Te miras a ti misma y ves que los años han pasado y que sigues siendo igual de débil.
Sientes que el corazón te va a mil por hora. Sientes esas inaguantables ganas de llorar y finalmente lo sueltas todo. Lloras.
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