lunes, 10 de septiembre de 2012

Pozos y caminos.

Te caes. Miras a tu alrededor, oscuridad y soledad. Te sientas en el suelo, hay agua. Miras arriba y ves algún rayo de sol.
Te desesperas, pero un día, de golpe oyes que algo se rompe. Empiezas a empujar a tu alrededor y se abre una especie de cueva. Entras en ella y empiezas a caminar, a explorar esa gruta, que se ha abierto de la nada. 
Hay terremotos constantemente y no puedes volver atrás. Te preguntar por qué no te has quedado en el pozo y no le encuentras respuesta. 
Continuas caminando, asustada entre las tinieblas. 
Escuchas el ruido de las gotas de agua caer y algo que te asusta, el chillido de un murciélago. Empiezas a correr, quieres salir de ese lugar.
Ves una luz a lo lejos, te alegras y ves una cueva con una fogata. Te calientas y duermes al lado del fuego. Te despiertas y vuelves a avanzar. 
Hay dos caminos, dos. Tienes que avanzar o quedarás encerrada, allí dentro. Para siempre.
¿Qué dirección debes escoger? 

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