martes, 6 de noviembre de 2012

Nubarrones en un cielo antes azul.

Auriculares, música, volumen al máximo, inspiración y ojos abiertos.
Abres el ventanal que da a la terraza, sales fuera y te sientas en esa silla de plástico blanca. 
Pensamientos recorren tu mente al ver esas vistas, pensamientos llenos de melancolía y de emociones. Ves los pájaros que vuelan por el cielo encapotado. Ves unas nubes más grises que blancas y observas la ciudad a tus pies.
Ves a lo lejos coches pasar. Ves que el sol empieza a esconderse tras la montaña, un año más.
Ves que la luz empieza a ocultarse tras una verdad, o quizá una mentira. Esperas la lluvia, esperas agua llena de libertad. Una agua que para ti significan lágrimas dolorosas, lágrimas sacadas de un corazón roto, ahora bajo llave.
Te preguntas el por qué de todas tus acciones, de todos tus errores y te preguntas el significado de tu vida, el significado de tu existencia y si merece la pena, de verdad.

Miras el cielo, te miras a ti misma y ves el reflejo del dolor, las lágrimas en tus ojos y te dices a ti misma "todo irá bien, todo irá bien" aunque no llegas a convencerte.

Miras al horizonte, está oscurenciendo. "Como mi vida", piensas. Has guardado los pedazos de tu corazón bajo llave, has guardado tu vida en un profundo sueño, la has cerrado por completo a los demás y solo quieres que todo acabe. Solo quieres que el sufrimiento acabe de una vez por todas, quieres y no quieres olvidar, una contradicción en ti misma.

Solo sabes una cosa, que quieres de verdad, querer con el corazón en mano. A veces piensas que si no será más fácil si te arrancas el corazón, como hizo Davy Jones, aunque piensas que seguirá doliendo a pesar de todo.


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