Supongo que no hay otra alternativa que continuar, avanzar, mirar al suelo e ir con cuidado porque en el momento menos pensado, vas a tropezar.
La vida es un camino de trampas constantes.
El hecho de caerte y volverte a levantar es algo que hace que cada uno busque su propio camino y sea más fuerte. El hecho de no rendirse jamás, provoca que el coraje humano aumente, que la niebla se disipe, que todo vuelva a ir bien.
La fortaleza humana es mayor de lo que creemos, la fuerza llega cuando menos te lo esperas, llega cuando estás al límite.
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