jueves, 25 de abril de 2013

Abismos sin luz.

Un terrible abismo lleno de oscuridad, lleno de pensamientos vacíos. Un abismo profundo que te lleva a otro mundo, a un mundo oscuro y diferente, un mundo donde la luz no existe.
Y aquí estoy yo, al borde de todo, a punto de caer. A punto de no volver a ver nunca más la luz de las estrellas, a punto de terminar tragada en un mar de oscuridad.

Un mundo del que no puedes escapar, un mundo en el que tu peor enemigo eres tú mismo. Un mundo en el que no vale la pena gritar, en el que las lágrimas se vuelven de hielo y en el que tu persona se vuelve más fría. Poco a poco, esa frialdad te va destruyendo, poco a poco tu corazón deja de hervir.

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