sábado, 27 de abril de 2013

Lluvia melancólica.

La lluvia cae incesante sobre esta ciudad, buscando un corazón del que apropiarse. El sonido de aquellas gotas de agua, enamoran a muchos al igual que la luz del sol enamora a otros.
La melancolía que te produce esa tormenta es demasiado grande como para pode contenerla. Sientes nostalgia en cada relámpago.

Y de repente, sales corriendo hacia fuera, hacia las calles donde la lluvia tiene total libertad. ¿Y qué pasa? Que te sientes libres, empiezas a correr, a vivir sin sentir frío. Te empapas, pero te da igual, esa sensación de plenitud, de poder hacer lo que quieras, invade tu corazón.
No quieres usar paraguas, ya que aquel objeto que te protege de la lluvia es solo otro obstáculo, otro símbolo de la opresión de esta sociedad. 

Quieres vivir, necesitas vivir, necesitas sentir tantas cosas.


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