domingo, 7 de abril de 2013

Tormentas en un interior débil.

Hoy es uno de esos días en los que lo único que haces, es soltar lágrimas, una tras otra, saldas, llenas de tristeza, de melancolía.

Una tormenta se desata en tu interior, buscando la calma, buscando una paz que no llega. Es una tormenta eterna, que no tiene final, no tiene luz. Solo oscuridad.
Miras a tu alrededor, estás perdida en un mar de lágrimas, navegando errante en un mundo lleno de dolor y de amargura. 
Quieres volver atrás, cambiar esa tristeza que te corroe por felicidad, por un poco de luz. Pero no puedes, las puertas del tiempo están cerradas y no puedes hacer absolutamente nada para cambiar lo que ya está escrito.

Lo único que quieres es tranquilidad, felicidad, dejar de pensar aunque solo sea por un rato. Dejar de sufrir por cosas sin sentido, volver a empezar sin temer a nada.

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