Las horas van pasando y el dolor no va menguando,
la vida te traiciona y el corazón te abandona,
los sueños están más rotos que el cristal de tu vida.
Ese cristal que no para de hacerse pedazos,
con el tiempo que desaparece,
y la vida se desvanece.
¿Qué es lo mejor?
Dejar de presionar a este corazón a punto de estallar, a este corazón que siente una enorme asfixia en su interior, algo que lo está matando cada segundo que pasa.
Bloqueada por un futuro incierto, bloqueada por un mundo que va demasiado rápido, bloqueada por la distancia, bloqueada por el cerebro y el corazón.
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