domingo, 7 de octubre de 2012

Vida, destino, amor y sentimientos.

¿A qué llamamos vida? ¿A qué llamamos muerte? 
¿Qué es la felicidad? ¿Un sentimiento o una ilusión?

Las preguntas son inevitables, los sentimientos impredecibles y la vida, misteriosa.

¿Qué pensar del destino? Para empezar, ¿está escrito? Y si es así, ¿Quién se supone que lo escribe? ¿Una especie de dios?
Y si no está escrito, ¿lo escribimos nosotros con nuestros actos?
Pero, ¿realmente existe? ¿Qué es exactamente el destino? ¿Como lo definiríamos?
Preguntas como estas, sin respuesta válida pero con muchas opiniones.

Si nos ponemos a pensar en la vida y en la humanidad, la frustración puede apoderarse de nosotros por completo, ese es mi caso.
Al tener tantas preguntas sin obtener respuesta alguna, provoca un sentimiento de angustia en tu interior. Te preguntas el porque de tu existencia. No entiendes nada y te hayas en una profunda crisis existencial.

De pequeña, mi cabeza ya daba vueltas sobre ese tema. Me frustraba mucho porque no entendía nada. A día de hoy, tampoco entiendo absolutamente nada.

A pesar de todo, continua pensando intentando hallar una solución aceptable para mi. 
Solo quiero eso, solucionar las cuestiones que plantea mi mente.
En verdad, odio y amo pensar, es una contradicción que en el fondo, me come por dentro. 
¿Sabéis? Pensar frustra demasiado, pero hay veces en las que llegas a conclusiones bastante aceptables.

La existencia.
Dudas existenciales mayores y peores que las de Unamuno. Mi cabeza siempre piensa en ese tema, la existencia.
Las cosas tienen que decirse así como son, sin reparos ni embustes. 

La verdad tiene que predominar por encima de la mentira y la vida tiene que predominar por encima de la mente humana, aunque algunas veces, la muerte nos atrae.

¿Qué se siente? ¿Qué se ve? Eso solo vamos a poder descubrirlo el día en que nuestro corazón pare de latir y nuestra alma abandone nuestro cuerpo.

El corazón.
Sí, como todos sabemos es uno de los órganos vitales de nuestro organismo. Aunque, ¿hay algo más?
¿Qué es realmente el corazón? Para muchos, eso solo eso, un órgano vital cuya función es bombear sangre, pero no es solo eso.
El corazón es el núcleo de los sentimientos humanos. El corazón puede latir lento, al compás o puede latir rápido, con fuerza y fugacidad.

Los sentimientos son amados, traicionados, odiados y humillados.
Son en su mayoría de veces incontrolables, incontenibles. Son fuertes y destructivos. Pueden resultar letales para cualquier persona corriente con malas experiencias en ese arte.

Ese arte llamado amor.
Oh, el amor. ¿Qué es exactamente? ¿Existe realmente el amor verdadero? ¿Y el enamoramiento? 
No lo sé, eso es algo que no puedo afirmar ni negar. Me abstengo de dar una respuesta tajante en un tema tan abstracto como este, el amor.
Como muchos sabemos, "del amor al odio, hay un paso".
A veces, me atrevería a decir que no es así, a veces con una mirada, el odio puede transmitirse, al igual que el amor.

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