lunes, 1 de octubre de 2012

Enjaulada.

Pensaba que sería todo más fácil, que saldría de esta jaula.
Pensaba que la vida sería generosa, pensaba que por fin podría volar.
Volar, dejarme llevar.
No vuelo, aquí estoy, en el suelo. Por mucho que intente arrancar el vuelo no puedo, me caigo y las heridas cada día son mayores.
Es intentar volar sin haberte curado y provocar un circulo vicioso que mata por dentro. Que me mata por dentro.
Lo único que estoy haciendo es muriendo, un dolor profundo.
A veces desearía olvidarme de todo, a veces desearía desaparecer, otras en cambio lo único que quiero es ser de piedra para que nada de lo que me pase me afecte.

El cielo está nublado con brechas de sol, como mi vida, como mi corazón. 
Preferiría arrancármelo, no sentir nada.

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