Con el tiempo, nos consumimos, nos debilitamos y somos más frágiles. Aunque, a base de golpes, uno se vuelve más fuerte.
Lo que no te mata, te hace más fuerte o eso dice la gente, aunque a veces, te mata.
Vivimos en una sociedad cruel y dolorosa, donde pocas personas miran por los demás, donde la gente se acerca a las personas por interés o para hacer daño.
Una sociedad difícil de entender. Aunque las cosas difíciles de entender son muchas, las preguntas vuelven a mi mente.
Preguntas, frustración, preguntas, frustración y así un círculo vicioso del que es imposible salir.
Y así, una vida sin rumbo, sin norte, sin dirección y así años desperdiciados, vidas desperdiciadas por los caprichos de la humanidad.
Que la vida es tan frágil como un hilo,
puede romperse y terminarse todo.
Hay que luchar por los sueños y por los deseos.
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